domingo, 25 de abril de 2010

El árbol de la vida de Darwin en tela de juicio


El "árbol de la vida" del naturalista británico Charles Darwin, que muestra cómo las especies están interrelacionadas a lo largo de la historia de la evolución, es erróneo y debería ser reemplazado por un símbolo mejor, según un biólogo del principal complejo científico de Francia.

Recordemos que el árbol de la vida de Darwin es uno de sus pilares para explicar la evolución y se mecanismo, la selección natural por medio de mutaciones y otros procesos.

Lo relevante de esta noticia parece ser que la teoría de Darwin puede ser comparada a la mecánica clásica de Newton y lo que se intenta hacer ahora ( a manos de los biólogos evolutivos) es crear la "mecánica cuántica de la biología", lo que no quiere decir que Darwin esté equivocado, sino que existen variables que Darwin no los conocía o no tomó en cuenta, como los microorganismos.

"No tenemos pruebas de que el árbol de la vida sea una realidad", afirma Eric Bapteste, biólogo de la evolución de la Universidad Pierre y Marie Curie, de París, en declaraciones a la revista "New Scientist".

Darwin (el 200 aniversario de su nacimiento se cumple el próximo 12 de febrero) ideó en 1837 un árbol imaginario para mostrar cómo las especies podían haber evolucionado, árbol que vino rápidamente a simbolizar la teoría de la evolución mediante la selección natural.

La genética moderna, sin embargo, ha demostrado que representar la historia de la evolución en forma de árbol puede confundir, y muchos científicos argumentan que sería más realista utilizar una especie de soto (un sitio poblado de árboles y arbustos) impenetrable para representar las interrelaciones entre las especies.

Los test genéticos practicados a bacterias, plantas y animales revelan que las especies se interrelacionan entre ellas mucho más de lo que se pensaba, con lo que los genes no pasan sólo a la descendencia por las ramas del árbol de la vida, sino que se transfieren también de unas especies a otras.

Los microbios intercambian material genético de forma tan promiscua que resulta difícil distinguir unos tipos de otros, pero también las plantas y los animales se cruzan con mucha regularidad, y los híbridos resultantes pueden ser fértiles.

Según algunos cálculos, un 10% de los animales crean regularmente híbridos mediante el cruce con otras especies.

El concepto de especie:

En el Origen, Darwin ofrece varios argumentos contra la concepción morfológica de especie. Así, recurre al dimorfismo sexual y otros polimorfismos (la alternancia de las generaciones, de larvas frente a los adultos y de las diferentes formas de flores que existen en una serie de especies de plantas) para demostrar que el concepto morfológico de especie no tiene ningún sentido como base adecuada para la construcción de un lenguaje biológico. Sin embargo, el concepto de especie defendido por Darwin continúa siendo una cuestión controvertida. Según Mayr, sus cuadernos de notas muestran que hacia 1837 había abandonado el concepto tipológico de especie, desarrollando un concepto biológico basado en el aislamiento reproductivo. Sin embargo, argumenta Mayr, quince años más tarde, a partir de sus estudios de variedades de plantas, abandonó el concepto biológico para volver a una definición entre tipológica y nominalista como la defendida en el Origen.

Ghiselin sostiene que el problema es más complicado y que el concepto darwiniano de especie se acerca considerablemente al concepto biológico de la síntesis evolutiva moderna . Aunque nunca llegó a defender la definición biológica de especie en su sentido estrictamente moderno, es decir, las especies como poblaciones reproductivamente aisladas, Ghiselin sostiene que Darwin consideraba a las especies como unidades evolutivas y, por lo tanto, reales. Basándose tanto en declaraciones explícitas de Darwin en los cuadernos de notas como en su práctica sistemática, Ghiselin demuestra que "Darwin no consideró que las especies fueran necesaria y totalmente arbitrarias y que no se basó simplemente en la distinción y la semejanza morfológica". Lo que negaba Darwin no era la realidad de los taxones sino de las categorías taxonómicas.